sábado, 8 de febrero de 2014

Eros

Cuando se prueba tal fuego es imposible que el alma sane y vuelva a su estado casto y virginal, pues la adicción al amor, con sus momentos de placer y sus momentos de desventura, se adueña de cada rincón de la existencia humana en sí. De pronto y sin poder evitarlo, hemos transformado al Eros en un vicio irreparable, así como el vino es para el alcohólico, el amor es para el enamorado.
¡Como quisiera beberte entero! ¡Embriagarme de ti, de tu piel, de tus labios!

¡Eros perturbador del cuerpo, del alma, de los corazones! Es capaz de llenarte de una sed insaciable, de un hambre voraz, de hacer que tu cuerpo tiemble de deseo, que tu rostro se llene de lágrimas porque inexplicable dolor te embarga, que por las noches la soledad y la melancolía se apropien de ti pues solo deseas dormir acompañado.

Eros te hace desear no solo ser amante, sino también ser amado.

Boucless