jueves, 15 de mayo de 2014

Felices para siempre

   Mientras vamos creciendo, las manijas del reloj siguen moviéndose y van pasando los días, las semanas y los años, van disminuyendo las pruebas de que las cosas son para siempre. Parece que cada vez creemos menos en que algo, y algunas veces alguien, estará hasta nuestro último suspiro de vida a nuestro lado. Y este hecho va con todo. Hoy compramos un par de zapatos que, desde que lo vimos, creímos más que nunca en el amor a primera vista. Amamos ese par, llegamos al punto de usarlo todos los días, está ahí protegiendo nuestros pies de la suciedad del piso, acompañándonos cuando presentamos un parcial, salimos con alguien especial, vamos a una cena familiar, rompemos con nuestras parejas o cuando estas rompen con nosotros, etcétera. Se vuelve, a veces inconscientemente, en nuestro amigo. Pero después, nos damos cuenta de que uno de los dos se dañó un poco. No nos importa, porque aún lo amamos. Seguimos usándolo, hasta que aceptamos que llegó a su límite. Y en ese momento, nos olvidamos del par. Aunque hay otras veces que botamos un par de zapatos o cualquier otra prenda de vestir simplemente porque ya pasó de moda, porque no nos gusta más, o, en el peor de los casos, porque a nadie le gustó y terminamos odiándolo.

Un fácil y común ejemplo de que las cosas no son para siempre. Pero hay otros casos que nos importan más: las personas. Se pierde a alguien cuando muere. ¿Qué triste, verdad? Es fácil de decir "se murió", pero tan duro de explicar lo que se siente, si es que fue una persona importante para ti. Las personas también juran amor eterno, felices para siempre. Pero después, terminan divorciándose. Y si no se casaron, separándose.

¿Y qué pasa con los amigos? ¿A dónde van esos momentos especiales cuando se dejan de hablar? ¿Dónde quedaron estancados esos sentimientos, o en qué se convirtieron? Muchas veces cometemos el error, aunque no sepamos que lo es, de considerar a alguien especial. Como en toda amistad, siempre habrán peleas. Pero si son amigos de verdad, las cosas se solucionarán. El perdón existe para disculparse con alguien que amas y que sabes que te ama igual o más. Aunque hay otras veces que sentimos que es hora de avanzar y dejar a algunas personas atrás. Meterlas en el baúl de recuerdos que está en el fondo del océano, donde guardamos con candado nuestros sentimientos para no sentirlos más.

Las historias de los libros, las películas, las series, las canciones, los vídeos, los momentos, muchas cosas tienen su fin. Pero el libro, si lo amas y conservas, estará siempre ahí para leerlo de nuevo. La película, para volverla a ver. Las series, igual. Las canciones, para escucharlas. Vídeos, para verlos. Los momentos... estarán en nuestra memoria para recordarlos, mientras vienen más. Y, ¿qué hay con las personas que sí están ahí con nosotros? Las que sabes que pase lo que pase, seguirán a tu lado. Sí, existe la amistad. Eso que dicen de que los amigos se cuentan con una sola mano es verdad, y es porque tus almas gemelas (tus amigos más íntimos) son esas que el destino te puso en tu camino, hubo pruebas para demostrarte que realmente lo son, y estarán ahí por siempre.

Aunque hay muchas pruebas para dejar de creer que las cosas son para siempre, siempre estarán las otras que nos harán creer en un felices para siempre.

Wallflower