Supongo que son muchas las personas que le aconsejan a un amigo: "por un día que no fumes (o tomes), te ayudará". A mi me lo dijeron, y asentí. Pero ahora que lo pienso, las personas te aconsejan para que dejes vicios notables y tangibles, pero se olvidan que amar es otro vicio, y hasta te puede matar más que un cigarro o una botella de licor. Amar te puede desgarrar por dentro, te puede volver inseguro, hasta existen las personas que se convierten en asesinos por amar con locura. De hecho, amar te puede volver fumador y alcohólico. No digo que el amor es peligroso y que no deberíamos arriesgarnos, todo lo contrario: debemos lanzarnos a ese precipicio lleno de adrenalinas y noches sin dormir, lleno de lágrimas y sonrisas, para poder sentir la vida. Para vivir. Y también está bien que te ayuden, de hecho, hasta se siente bien que se preocupen por ti. Pero mi cuestión es esta: ¿por qué todos estamos pendientes y preocupados de la superficie, de los vicios que se ven; y no del fondo, de aquellos problemas internos que nos van matando poco a poco?
Piensa sobre eso.
Wallflower.
No hay comentarios:
Publicar un comentario