Dedicado a todas las personas que aman con dedicación, entre ellas mis amigos Gabriela, Katherine y Cristhian.
No apto para filofóbicos.
Encendí mi cigarro y fui al balcón. Era de noche. Mientras lo consumía, pensé como siempre en el amor y en la vida. Empecé a buscar temas para mi próximo escrito, pero entonces pensé que no hacía falta buscarlo, porque llegaría solo. Y decidí darle un descanso a mi mente: detener mi vida por unos minutos y pensar en lo que realmente soy. Y de eso escribiré, de lo que soy.
Desde que nací, he amado a Dios, a las personas y a las cosas. Desde
pequeño amo con dedicación, y cada día fue aumentando ese sentimiento. Y ahora
lo hago mucho más, siéndole fiel a lo que decido amar. He amado con locura y
frustración a dos chicas en mi vida, dándole todo lo que puedo. Les daba noches
sin dormir, canciones, lecturas, escritos, energías y tiempo. Llegaba al punto
de sentirme vulnerable ante ellas. Creo que sentir el dolor de que no me
amarían como yo lo hacía me obsesionaba más, y terminaba perdidamente
enamorado. Entonces recuerdo un escrito que me pasó un amigo, que dice:
"La quise de una manera tal, como para acostarme junto a ella en el sofá, enredar mis manos en su alrededor y dormir. No para tirar salvajemente, como en esas películas. Inclusive, ni siquiera para tener sexo. Sólo dormir juntos en el más inocente sentido de la palabra. Pero yo no tenía el valor y ella tenía un novio y yo era demasiado regular y ella era demasiado hermosa y yo era desesperadamente aburrido y ella era infinitamente fascinante. Así que opté por caminar de vuelta a mi habitación y colapsar en mi cama, pensando en la posibilidad de que si las personas fueran lluvia, yo sería llovizna y ella huracanes."
Entonces pienso: ¿acaso esa persona se toma el tiempo de pensar lo que
realmente siento? ¿Lo que realmente, realmente siento? ¿Me explico? No me
refiero al amor solamente, sino a esa dedicación extrema que doy. Y si lo
hiciera, ¿se enamoraría de mí al darse cuenta del tiempo que le dedico? ¿De eso
de lo que hablo: de lo que realmente, realmente siento? Es que es algo tan
grande, tan imposible de explicar. Ese sentimiento de posesión que uno siente,
de tenerla en los brazos, de ser mi primera prioridad y yo la suya, de poseerla
agarrándole las piernas y sintiendo su ser, de reírnos acostados en la cama. No
sé si me explico, espero que sí. Pero como ya muchos sabemos, el amor es un
tema muy complejo y complicado, así que hago lo mejor para que se entienda.
Pensé también en todo lo que uno es capaz para conquistar a esa
persona. Somos capaces de mentir y herir. Tenemos una fuerza enorme para seguir
escribiéndole y hablándole aunque nos sintamos humillados. Y esto, justamente
es esto a lo que me refiero en el párrafo anterior: todo lo que somos capaces
de hacer, ¿acaso esas personas no se toman el tiempo de pensar realmente lo que
sentimos y lo que haríamos por ellas? Como dice la hermosa canción de Bob
Dylan, "Make You Feel My Love" (aunque la única versión que he
escuchado es la de la talentosa Adele): "Pasaré hambre, pasaré todas las
penurias. Recorreré las calles de rodillas. No hay nada que yo no hiciera, para
hacerte sentir mi amor." También dice: "No hay nada que yo no
hiciera. Iría al fin del mundo por ti. Te haría feliz, haría todos tus sueños
realidad. Para hacerte sentir mi amor".
Le pregunté a una amiga qué era para ella amar con dedicación, y
mientras me respondía, entre los dos llegamos a esta conclusión: Amar con
dedicación está más allá de lo material y de las palabras, mucho más allá de
las promesas. Amar con dedicación es hacer sentir a esa persona segura de que
está en buenas y calientes manos que la harán sentir amada y protegida. Cuando
se llega a esa seguridad, estando con esa persona, hay algo en el lugar que los
hace sentir tranquilos y seguros. Es un sentimiento de paz, de sentir que ya no
estás perdido en un mundo tan grande y tan lleno de muy diferentes y
misteriosas personas. Sientes que todo tiene sentido y cada cosa y persona
están en los lugares indicados. Te sientes completamente vivo, y no hay ser más
hermoso que el que tienes frente a ti. Eso es amar con dedicación, bueno, para
mí y para mi amiga.
No es curioso que haya querido hablar sobre mí y termine hablando sobre
el amor. Si me preguntan cuál es mi palabra, como se lo hicieron a Elizabeth
Gilbert en Eat, Pray, Love, respondería “amor” (y también diría “ambición” y
“pasión”). Justo como dice mi frase favorita, escrita por Candace Bushnell para
el magnífico personaje de Carrie Bradshaw: “Soy alguien que busca amor. Amor
verdadero, ridículo, inconveniente, dedicado, un amor que no deje vivir al uno
sin el otro.”
Wallflower.
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