sábado, 11 de mayo de 2013

De injusticia y otras impunidades.

A ojos de cualquier criminal, la frase "El fin justifica los medios" por la que Maquiavelo se caracterizaba (aunque bien nunca la dijo como tal), el delito es sólo una forma de llegar a una meta: dinero, objetos materiales de valor. Lo mismo aplica para quienes actúan y se justifican con lo anterior mencionado, como calificando un resultado como correcto pero habiendo seguido un procedimiento totalmente erróneo, ilícito más bien.

En tiempos pasados, el libertinaje se antojaba como un lujo inusual para aquellos que carecían de pudor, y a su vez, rebosaban de dinero: crueles fantasías, sadismo sin limites, deseos inconcebibles para una persona con valores morales, actos que a sus hacedores menos les duele en el alma, corrompida y trastornada por el deseo de lo carnal. Aquellos delitos, llamados "escándalos" entonces, ocurrían muy a menudo entre personas de alta clase social y eran mayormente callados o dejados de lado, y bastante común era que hubiese dinero de por medio en cada uno de esos silencios. Las victimas terminaban marcadas de por vida(considerando que vivían para contarlo) y debían permanecer en silencio, ya que tristemente, los perpetradores tenían todas las de ganar.

El lector podrá notar que poco ha cambiado el sistema "judicial" respecto a esto, y si acaso no se ha mantenido igual, ha empeorado, las influencias ahora son mayores y más comunes entre asesinos y criminales, mientras mas efectivo haya en sus bolsillos más rápido queda impune el delito. La justicia absoluta es un concepto utópico, y quizá mucho pedir para una sociedad individual, donde cada quien cuida a su sombra y se preocupa por escalar puestos sin importar quien este en su camino. El egoísmo crece en el "yo" mientras la humildad se hace mas pequeña en el "nosotros", unos respiran el odio de las masas y exhalan envidia por aquellos que ganan más, peor aun, la sociedad le facilita armas e incluso le enseña como manejarlas; nace un criminal. Comienza a cometer asesinatos, robos, crea influencias, status, el mismo cree que nadie puede detenerlo(quizá no este tan errado en su pensamiento), y aunque no lo note; esta creando más odio colectivo, repitiendo el ciclo anterior; un circulo de impunidad.

"La ley sólo existe para los pobres; los ricos y los poderosos la desobedecen cuando quieren, y lo hacen sin recibir castigo porque no hay juez en el mundo que no pueda comprarse con dinero." -Marqués de Sade.





Riccio.

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