Dedicado a todos los que aman con locura y no se rinden.
Soy una persona joven que vive
el día al día normalmente, y trata de sonreírle a la vida todo el tiempo; pero a
veces se me olvida hacerlo. Son en aquellos momentos que nada más importa, sólo
mis sentimientos por ella. Ella es ese obstáculo que se me hace imposible
cruzar, sabiendo que lo puedo lograr. Y la verdad no entiendo qué me ha hecho
para estar así. No hay un día que no piense en ella. Me he enamorado
apasionadamente sin recibir nada a cambio. ¿Cómo es posible eso? Se ha
convertido en canciones y escritos. ¿Cómo olvidarla si está en la melodía de
esa canción que tanto amo? ¿Cómo dejar de pensar en ella si se aparece por mi
mente justo cuando la esencia del amor surge en la trama de aquel libro? Se ha
vuelto mi debilidad. Y la verdad es que he caminado y caminado por este
infinito túnel, y no veo ni un rayo de luz que me indique el final. Sigue
estando en esa silenciosa oscuridad, susurrando mi nombre. Y yo sigo
persiguiendo su dulce voz, buscándola para poder estar con ella. Pero parece
que mientras más corro para encontrarla, más se extiende el túnel. Me siento
vulnerable. ¿Qué hechizo es este? ¿Cómo alguien como yo, tan creyente en el
amor, puede sufrir tanto?
Querer a alguien nos convierte
en ciegos y hasta obsesivos. Amar apasionadamente se lleva nuestro tiempo y
parte de nuestra felicidad. Pensamos más en esa persona que en nosotros mismos,
y ese es un grave error. Somos masoquista hasta el punto de perdonar graves
errores. Somos tan débiles que podemos volver a creer. Nos olvidamos de nuestro
orgullo y de nuestra dignidad. Pero, ¿acaso los que amamos con toda pasión nos
merecemos esto? Supongo que, como “el tiempo de Dios es perfecto”, ya llegará
esa persona y, con las lecciones ya aprendidas, no volveremos a cometer los
mismos estúpidos errores que cometimos con nuestros amores no correspondidos
del pasado. Seguro todo esto son experiencias que nos enseñarán a amar con
locura, pero primero a nosotros mismos. Yo todavía no aprendo del todo, pero,
como ya dije, supongo que me llegará la hora. Pero no puedo dejarle al tiempo
toda la tarea, ni nadie debería hacerlo. Debemos hacer cosas, y no colocar la
vida de los demás por delante de nosotros y pensar que eso cuenta como amor.
Y la soledad, ¿acaso nos
enamoramos para no sentirnos solos, o porque amamos de verdad? ¿Cómo quedamos los que nos sentimos así porque aquellas personas no están en nuestras vidas de la
forma que queremos? Es algo un poco complicado, que debe tomarse el tiempo para
pensarlo seriamente. Entonces, la soledad es: ¿un miedo, o una situación
sentimental producto de no amar o no ser correspondido?
Pero comparándolo con la
soledad, creo que el miedo de aceptar la verdad es mucho peor. No aceptamos lo
que no nos gusta como suena. Una parte de nosotros sabe la verdad, pero nos
dejamos llevar por la otra parte: los sentimientos; porque creemos que hay algo
más horrible que sufrir: la realidad.
Y es entonces cuando, después
de leer lo que he escrito, no puedo evitar preguntarme: ¿por qué nos importa
más amar al otro que a nosotros mismos?
Wallflower.
ame este escrito, me parece una forma tan realista de verlo, ademas que hoy fue uno de esos días que no le pude sonreír al mundo pensando en el.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Lamento leer eso.
EliminarSigue creyendo en el amor.
Con mucho cariño,
Wallflower.
Tienes una bella forma de expresarte y transmitir sentimientos a través de las palabras...
ResponderEliminar